Hace escasamente 6 meses lanzábamos un informe con el fin de ayudar a los fabricantes de materiales de construcción en su proceso de elaboración del presupuesto 2020.
En aquel momento nuestro informe se basaba en las variables macroeconómicas que entendíamos más repercusión tienen en la evolución del sector a corto plazo.
Lógicamente en aquel momento (otoño del 2020) prever la crisis sobrevenida a raíz de la pandemia del COVID-19 era imposible.
En todo caso y ante la llegada de este imprevisto, hemos decidido lanzar una revisión actualizada de la evolución de la demanda para este 2020 y tratar de prever los efectos de la pandemia.
Nuestros esfuerzos se han centrado en la edificación residencial en tanto es el sector en el que existe un modelo analítico con una relación clara entre la evolución de sus visados y las cifras estimadas de desempleo.
Esto no significa que no vayan a existir consecuencias para el resto de los sectores de la construcción (no residencial y obra civil) sino que los modelos matemáticos no son tan fiables y hemos preferido no plasmarlos en esta revisión.
No por repetido, vamos a omitir la idea clave de que en la planificación es una obligación el buscar distintas fuentes y posicionarse en la postura media de las mismas. Como ya hemos sentenciado en alguna ocasión, las predicciones suelen fallar, pero puestos a elegir, quedémonos con el promedio. Así como en la mayoría de las ocasiones que estamos tomando decisiones empresariales la media es enemigo de lo bueno, en este caso, suele ser la mejor opción. Bien es cierto, que el ejercicio entrante “predice” comportamientos muy diferentes para el sector residencial (aún en la senda del crecimiento, pero con algunos signos de fatiga), el sector no residencial (en un ciclo descendente con respecto al ejercicio 2019) y el sector de las infraestructuras y obra civil (con pocas señales de recuperación de su ya de por sí delicada situación). Con este escenario incierto como punto de partida, toca elaborar el mapa de ruta, al que esperemos la clase gobernante (la de aquí y la de fuera) no acabe convirtiendo en papel mojado. De entre las fuentes públicas hay que destacar los indicadores publicados por el INE. En lo que a obra nueva se refiere la serie de licencias de viviendas nuevas iniciadas (1) y viviendas finalizadas (2) muestran una tendencia del sector residencial positiva que en el caso de las iniciadas parece ralentizar su crecimiento. Para el sector no residencial la serie histórica tiene claramente peores expectativas (3). Además, existen multitud de informes macro de instituciones públicas y privadas. En el caso del informe elaborado por el BBVA (4) tendría en consideración la fecha en la que se realizó, en tanto desde entonces (abril 209), la situación macro se ha deteriorado de manera significativa. Tenemos igualmente el publicado por Funcas (5) y el realizado por Afi-Analistas Financieros Internacionales (6) en Setiembre. Este último en la parte de construcción a mí personalmente me parece optimista tanto en sus previsiones de cierre para 2019 como para el 2020. En otras ocasiones ya hemos mencionado el buen trabajo de agregación de CEPCO (7) y que merece la pena reseñar. Mi opinión es que vamos a situarnos en esa horquilla que se enmarca pero más cerca de los valores mínimos que de los promedios…También el Observatorio de la Fundación Laboral de la Construcción (8) realiza una infografía de análisis de la coyuntura. Si hablamos de reforma una fuente indispensable de información vuelve a ser el INE. Y más concretamente, el Índice de confianza del consumidor (9), o el Número de viviendas de segunda mano vendidas (10). Cuando pensemos en renovación, Cetelem (11) es igualmente una fuente válida. En su informe habla de un incremento aproximado del 10 % en las intenciones de compra en reformas (integrales y de cocinas) entre 2019 y 2018 lo que a nuestro juicio también es optimista. A buen seguro, en el 2020 no se mantendrá en una cifra de dos dígitos. Igualmente, si hemos realizado estudios de la tasa de renovación de nuestros productos y conociendo el parque de viviendas y hogares existente que publica el Ministerio de Fomento (12) podríamos tener otra fuente de estimación de la demanda. Por último, está la versión del informe ejecutivo del ITEC (13), parcialmente de acceso libre, cuyas cifras son por lo general más prudentes, con la excepción de la ingeniería civil (la evolución proyectada por este organismo para este segmento nos genera algunas dudas). Las cuentas de gastos deberían ser “menos complicadas” (con indicadores accesibles como IPC, convenios salariales, IPI, …). Y en materias primas, dada su volatilidad nuestra recomendación es acudir al mercado de futuros de la Bolsa de Londres-LME (14) En acero y aluminio la tendencia como se ve es a la baja prácticamente durante todo el año (reflejo del enfriamiento de la economía global). Aquí encontrarás el informe descargable sobre el crecimiento del mercado de la construcción en el que encontrarás en un mismo lugar todos los indicadores anteriormente enunciados. Y como siempre, no olvides escuchar al mercado, la mejor planificación surge de la información estructurada y objetiva que seas capaz de recoger del mismo.
Etiquetas: consultoría estratégica, estrategia materiales construccion14 informes que nos ayudan a estimar cuánto crecerá el mercado de la construcción en 2020