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Hacia los edificios del 2020

 

El pasado 28 de enero, Oscar Sánchez, Socio Director General de Apliqa participó en las jornadas “Hacia las ventanas y fachadas del 2020” organizadas por Novoperfil en Bilbao.

En las mismas participaron igualmente otros expertos en la materia y representantes de la administración implicados, como Gobierno Vasco y el Ente Vasco de Energía (EVE).

Además de  una serie de ponencias,  se organizó una mesa redonda en la que se debatieron en profundidad los aspectos más relevantes para la industria en los próximos años.

Entre los escenarios posibles, uno sobre los que más hincapié se hizo fue la eventual reorganización del sector en base a los cambios normativos y de mercado que se están produciendo. A ese respecto, desde Apliqa defendimos la idea que lo más “probable” es un cambio del sector hacia la especialización.

Nuestro razonamiento se desglosa a continuación. Los cambios normativos que se avecinan han de llevar a desarrollar edificios de energía casi nula y para conseguir ese objetivo el status quo de la construcción supone una gran barrera. Un modelo de negocio “lineal” como el actual, que se basa en el continuo conflicto de intereses entre los diferentes actores participantes hace de este objetivo poco menos que una quimera.

Hoy en día en la cadena de valor, el inversor-promotor-arquitecto-constructor-fabricante de materiales-instalador, salvo algunas excepciones, basan su modelo de negocio en ofrecer a su cliente (el eslabón inmediatamente anterior) un producto “similar” al inicialmente diseñado, pero con unos menores costes que hacen que llegar al precio a la baja ofrecido para ganar el concurso de construcción sea posible.

Y hasta ahora, que no se medía el consumo real durante la vida de los edificios, podía valer, incluso para obtener una buena clasificación en la etiqueta energética de los edificios. En el futuro debería irse a indicadores del tipo KW/m2/año y ocupante, que realmente incentiven lograr ese objetivo de eficiencia energética.

En el futuro, cambiar incluso un componente menor puede tener consecuencias muy significativas en el comportamiento energético del edificio. Es por ello que se habrá de ir a un modelo “circular”, en el que las decisiones se tomarán de manera diferente. Primero se realizarán mucho antes en el tiempo y segundo con los actores principales involucrándose en las mismas sin ningún género de duda. Es la única forma de que se alcancen edificios de energía casi nula a costes razonables, con incrementos de coste entre 5-10% sobre una construcción estándar.

Esta evolución llevará muy probablemente a una especialización, en la que se diferenciará entre fabricantes de materiales que asesorarán a los promotores-inversores y arquitectos en las fases iniciales de concepción de los edificios y quienes se especializarán en fabricar esos productos  (sin cambios) a un coste eficiente. Por último, la instalación estará mucho más integrada con la constructora asegurándose así el rendimiento energético prometido por el promotor a sus clientes.

Fuente: http://www.ciberperfil.com/2014/02/ponencias-espacios-profesionales-veteco-bilbao/

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