El consumo tal y como lo conocemos ha evolucionado y la principal culpable es la tecnología. Si esperas encontrarte entre estas líneas con las “4 claves para conquistar al consumidor” entonces te has equivocado de post, si por el contrario tienes curiosidad acerca de cómo la tecnología ha transformado el consumo en la construcción y el hogar sigue leyendo.
Si analizamos la adquisición de bienes materiales para el hogar, nos encontramos con 2 alternativas muy diferenciadas entre sí. Por un lado, un grupo de personas que apuestan por el “do it yourself” (DIY) , traducido en “sigue las instrucciones, aunque lo más seguro es que te sobren piezas” de las gigantes multinacionales. El consumo se ha visto alterado gracias al modelo de negocio de abaratamiento en costes, permitiendo a parejas que buscan amueblar su primera casa, un precio asequible para su mobiliario.
Sin embargo, existe otro nicho de mercado aún más amplio, personas cuya visión de vida es el “aquí y ahora” lo que nos lleva a hablar del tema principal, cómo la tecnología de los servicios ha facilitado la vida a este grupo que cada vez cuenta con un mayor número de seguidores.
La necesidad final en ambos grupos es idéntica, solo que la inmediatez a la que desea recibir el servicio o bien y hacer uso de él es más apremiante en estos segundos. Uno de los factores clave que impulsan este nuevo modelo de consumo es el de la personalización.
El modelo de negocio debe seguir un patrón, la satisfacción de sus clientes, sin ellos, no habría compañía. Para conseguirla, debemos saber que necesitan, que desean y sobretodo, qué echan en falta, siendo una de estas vías de actuación, las encuestas de satisfacción. Las valoraciones nos sirven para tomar conciencia de nuestra situación en el mercado y de cómo mejorar de cara al nuevo año.
Cada vez hay más productos en el mercado en los que podemos incluir nuestras iniciales permitiendo al consumidor obtener una satisfacción mayor del producto. A medida que este factor llega a todos los rincones del mundo, se convierte en una necesidad satisfecha para todos ellos, por lo que deja de ser exclusiva. Lo que nos lleva al siguiente factor, actualmente en auge, la hiperpersonalización.
La hiperpersonalización: mejorar la experiencia de cliente y sus preferencias
Un ejemplo claro de lo que es la hiperpersonalización es el algoritmo que utilizan las redes sociales para mostrar a sus usuarios noticias y productos que encajan con sus gustos y aficiones. Detrás se encuentran empresas que recaban datos de sus clientes, y que, tras analizarnos individualmente, ofrecen servicios y productos de su interés.
La inteligencia artificial y todo lo que ello conlleva permite ser cada vez más precisos en la detección de las preferencias de los usuarios. Antiguamente, las estrategias de marketing pasaban por segmentar grupos. Ahora cada usuario puede llegar a ser un segmento, ya que el coste de llegar a una oferta individual, en ocasiones, así lo permite.
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